De origen probable en Egipto y el norte de África, tuvo en la antigüedad gran fama como alimento afrodisíaco, lo que aprovecharon los griegos y romanos para conseguir una mayor expansión de su cultivo en todos los países mediterráneos. Originaria del norte de África del norte, fue introducido por los árabes en la cuenca del Mediterráneo. Los colonos españoles y franceses en América la introdujeron en este continente en las zonas de Luisiana y California.
España, Italia y Francia son los mayores productores del mundo. De producción española, la variedad “Blanca de Tudela” es la más común. De tamaño pequeño y alargada, sus escamas son de color verde muy apretadas. Carne tierna, sabrosa y fina. Se cultiva principalmente en Navarra, La Rioja y Murcia.
Tiene aplicaciones en cosmética, pero en la cocina es donde despliega sus mejores atributos, se pueden preparar hervidas o crudas en ensaladas; en ambos casos con un gran aprovechamiento de vitaminas y oligoelementos, salteadas con ajos y jamón, en menestra, rebozadas, asadas, guisadas, estofadas, como complemento de arroces, carnes, etc., y, para los más pequeños, troceadas y añadidas en pizzas, canelones o lasañas.
En el caso de hervirlas se recomienda utilizar muy poca agua, tan sólo cubriéndolas, añadiendo unas gotas de jugo de limón o vinagre para evitar que se pongan negras. A la plancha o al horno se sugiere no cortar las puntas, puesto que así mantienen la humedad interna durante el proceso.