Tiempo: 30 minutos
Dificultad: Baja
Ingredientes:
- 12 espárragos blancos frescos
- 80 gramos de queso San Simón u otro ahumado
- 60 gramos de nueces peladas
- Escamas de sal ahumada
- Aceite de oliva virgen extra.
- Hojas y flores de tomillo.
- Sal
- Pimienta negra
- Azúcar
Elaboración:
- Laváis bien los espárragos, cortáis la parte dura de la base y los peláis con un pelador de vegetales o pela patatas.
- Ponéis una olla con abundante agua, una cucharada de sal y otra de azúcar a calentar. Cuando rompa a hervir incorporáis los espárragos y los cocéis hasta que estén tiernos, pero no excesivamente blandos. El tiempo variará según el calibre de los espárragos, pero en unos 15-20 minutos pueden ser suficientes.
- Mientras tanto, preparáis el resto de los ingredientes, con el mismo pelador de antes, corta lascas de queso ahumado y resérvalas en un plato.
- Cascáis las nueces (el peso orientativo es sin la cáscara) y las troceáis.
- Ponéis una sartén a calentar a temperatura media-baja y tostáis las nueces, moviéndolas de vez en cuando para que se hagan de forma homogénea, así no amargarán y estarán algo más crujientes.
- Cuando los espárragos estén cocidos, los escurrís bien y los secáis con papel de cocina absorbente.
- Los colocáis en los platos en los que los vas a servir, tres por comensal, o si lo prefieres en una bandeja para servir en el centro de la mesa.
- Repartís las lascas de queso sobre los espárragos blancos, añadís también las nueces y las hojas y flores de tomillo.
- Para terminar condimenta con las escamas de sal ahumada, un poco de pimienta negra y un generoso hilo de aceite de oliva virgen extra.
- ¡A disfrutarlos!